Chimeneas de leña

Seguramente es el tipo de chimenea que primero te viene a la mente.

El hogar de leña nos evoca el fuego ancestral, la esencia humana. El olor a madera, el calor natural de la llama, el crepitar de la madera, el juego de las luces rojizas y las sombras profundas. Una chimenea de leña es sensación de protección, encuentro alrededor del fuego, compañía e incluso sensualidad.

Es lo que nos enamoró a Lucía y a mí.

El ambiente que es capaz de crear una chimenea de leña es único. Yo no lo cambiaría por nada.

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¿Cómo funciona una chimenea de leña?

El fuego de la chimenea convierte, el aire frío de alrededor, en aire caliente. La combustión de la madera produce humos y gases que se canalizan a través del tiro hacia el exterior (la llamada combustión por convección natural) para que el aire de la estancia permanezca limpio.

También existen las chimeneas de leña de doble combustión, que realiza una segunda combustión de los gases de la primera combustión de la madera. Produce más calor y hace que sea aún más eficiente.

Tipos de chimeneas de leña

Existen tres tipos diferentes de chimeneas de leña según su inmaculada concepción.

Chimeneas abiertas de leña

La tradicional chimenea de pueblo, el hogar a leña, las chimeneas de obra, la chimenea tradicional. La del Cuentacuentos, la de las casas de campo, rurales, de pueblo. Esas. Si cuando llegas a un pueblo en invierno no huele a leña, es que no es un pueblo.

Abiertas porque no tienen puerta ni cristal ni nada que se le parezca y el fuego lo tienes ahí delante, que lo puedes tocar, vaya (pero no te aconsejo que lo hagas).

Es la chimenea más auténtica, la original. El olor de la leña y el chisporroteo mágico.

Tienen la comodidad de que no tienes que estar abriendo y cerrando puertas y que con una simple parrilla puedes cocinar. Pero claro, ser tan abierto tiene también sus desventajas: es menos eficiente y al entrarle más aire de manera continuada la madera se consume antes. Además, está el inconveniente de que parte del humo se queda en la estancia y el peligro que conlleva tener abierto un fuego vivo, alejar todo aquello que pueda prender y cuidado extremo con niños y animales. (Lo bueno es que te permite tirar al fuego vivo los libros prohibidos antes de que lleguen los malos).

Chimeneas cerradas

Las también llamadas chimeneas de cassette y las insert o insertables. Frente a las chimeneas tradicionales abiertas, estas serían chimeneas de leña modernas. Son cámaras de hierro fundido y chapa que se insertan dentro del hueco realizado para la instalación, si es obra nueva. O que se pueden incluir dentro del propio hogar de una chimenea abierta.

Aunque tanto las de tipo cassette como las insert son similares, estas últimas se diferencian en que además de efectuar la combustión por convección natural disponen de unos ventiladores para realizar una combustión por convección forzada. Aunque en la teoría esto es así, ya te adelanto que los vendedores y fabricantes suelen utilizar indistintamente los términos cassette o insert independientemente de si tienen o no la posibilidad de efectuar una combustión forzada. Al final lo importante es saber si tiene esta posibilidad, ya sea cassette o insert.

En los dos casos existe una puerta estanca con cristal que hace permanecer cerrada, que es lo que las diferencia significativamente de las abiertas.

La combustión es más lenta, consume menos leña y se aprovecha mejor el calor que desprende. Evita que los gases entren en la estancia. Permite, al igual que la abierta, cocinar con una simple parrilla. Y lo que veo más importante: es más segura, ya que el fuego permanece encerrado dentro de la cámara de combustión.

Esta es el tipo de chimenea que nosotros elegimos para nuestra casita en el campo porque tiene todo el encanto, ambiente y ventajas de una chimenea tradicional de leña, pero es más segura y consume menos leña.

Chimeneas de doble cámara

Pensadas para lo que ya hablamos antes de la doble combustión. Son también cerradas, al igual que las anteriores, y una versión de chimenea aún más moderna y sofisticada.

Se realiza una primera combustión por la quema de la leña, al igual que en las anteriores, pero a esta combustión se le suma una segunda que consiste en la combustión de los desechos de la primera combustión.

Con esta segunda combustión se mejora la eficacia. Lo que se traduce en un menor consumo de madera y sobre todo la cantidad de residuos. También más ecológico al reducir los gases emanados.

Precios chimeneas de leña

Teniendo en cuenta el tipo de chimenea de leña que hemos indicado, los precios pueden variar bastante.

En el caso de una chimenea de leña abierta se trata de un gasto de instalación, sobre todo. En cuanto a las chimeneas modernas, como las de cassette o insertables, serían las chimeneas de leña más baratas, pueden estar entre los … y … El gasto se dispara cuando hablamos de una chimenea de doble cámara, su doble combustión la hace más compleja pero también más eficiente.

El precio también se dispara, pero si la vas a utilizar mucho y por periodos largos te compensará

Partes de una chimenea de leña

Existen varias partes y muchas subpartes, pero voy a intentar simplificar. Para mí existen estas partes importantes:

  • Hogar. Es la cavidad donde se produce el fuego. A veces se usa como sinónimo de chimenea. Hogar es también la palabra que se utiliza para nuestra morada, vivienda, casa… Como una extensión de la sensación de calidez, compañía y recogimiento que desde nuestros ancestros se producía alrededor del fuego.
  • Regulador del tiro. Si la chimenea tiene puerta, existe esta palanca que permite entrar más o menos cantidad de aire y así poder regular la fuerza de la llama a nuestra conveniencia. Para apagarla se cierra. Si no hay aire, no hay fuego.
  • Campana. Es la estructura que se coloca encima del hogar y que hace que se conduzca el humo hacia el tubo de salida de humos o…
  • Ducto de humos. El tubo que conecta la campana con el exterior y por el que sale el humo.

¿Qué es la chimenea francesa?

Realmente se refiere a una parte de la misma. La chimenea francesa se refiere realmente a la salida de humos. Determinaría el conjunto que forman la campana y el ducto de humos.

Podríamos decir que todas las chimeneas que tienen esa forma de campana anterior a la salida de humos se tratan de chimeneas francesas. El término se adoptó como una extensión del nuevo diseño más eficiente que adoptaron las chimeneas en la Francia del siglo XVIII y que terminó popularizándose y extendiéndose.

Ventajas de una chimenea de leña

  • El encanto de la madera quemada, su música, olor, color, lo hace insuperable. El ambiente de calidez y encanto no tiene comparación.
  • Sistema de calefacción económico. Además, el precio de la madera tiende a ser estable, no como otras energías.
  • A salvo de apagones y cortes de suministro eléctrico o de gas.
  • Calor que se distribuye de manera homogénea.
  • Es ecológica, utiliza una fuente de energía renovable y además ayuda a la limpieza de los bosques.
  • Compatible con otros sistemas de calefacción, puede emplearse de manera combinada con otras formas de calor.
  • Aumenta el valor de la vivienda, por estética y por el ahorro energético.

Desventajas de una chimenea de leña

  • Necesaria instalación. Imposible colocar en pisos o comunidades a no ser que la instalación ya estuviera hecha con anterioridad.
  • Produce residuos, sobre todo cenizas. Limpiarlas puede ser un rollo.
  • Es necesario adecuar un espacio extra para almacenar la leña.
  • Precisa atención continua, hay que darle alimento al fuego cada cierto tiempo. El descuido puede producir accidentes, sobre todo, con las abiertas.
  • Imposible regular la intensidad del calor al instante. Con la regulación del tiro y la cantidad de leña podemos subir o bajar la fuerza del fuego, pero nunca de manera inmediata ni exacta.
  • Gran parte del calor se escapa por el tiro y, por tanto, el rendimiento energético es bajo. Con las de doble combustión mejora considerablemente.

Diferencias entre chimenea y estufa de leña

Lo que hace diferente a una chimenea de leña de una estufa es que en el caso de esta segunda el tubo evacuador del humo es exterior. Siendo una estructura metálica, normalmente cerrada y sin recubrimiento. Al no ser estructuras pensadas para ser incrustadas, algunos modelos permiten utilizarse en exteriores.

Para saber más puedes ver en el enlace de estufas de leña

Cómo encender una chimenea de leña

Pensaréis que vaya tontuna, pero cuando pusimos la chimenea no tenía ni idea de cómo se encendía. Suponía, que no sabía.

Así que si alguno está tan despistado como yo os lo explico de manera sencilla.

  1. Si la chimenea es cerrada, abre bien el tiro, respiraderos y puerta. Lo importante es que se airee bien. Déjalo así unos 20 minutos.
  2. Elige maderas pequeñas y que ardan fácilmente. Colócalas como una pila triangular o con una especie de pirámide escalonada dejando un espacio en el centro. Para iniciar el fuego pudes utilizar pastillas de encendido, papel de periódico o pastillas de madera prensada.
  3. Con precaución, mejor emplear cerillas largas o un mechero largo, encender lo que hayamos situado en el centro para que empiece a arder.
  4. Para que el fuego vaya ganando fuerza ir colocando leños más grande según la llama esté más viva. Conforme el fuego sea más vivo ya puedes ir poniendo troncos cada vez más grandes, pero sin ahogar nunca la llama, dejando que respire. Ya puedes cerrar la puerta (si la tiene) y disfrutar del espectáculo. De vez en cuando échale un ojo y dale de comer.

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Cómo apagar una chimenea de leña

Ya sé que parece obvio y una chorrada, pero de verdad es importante. Una chimenea mal apagada puede causar un accidente.

Si la chimenea es cerrada es más segura y si lo tenéis todo controlado terminará apagándose sola sin que tenga que ocurrir nada. Pero siempre recomiendo apagarla por total seguridad, sobre todo si hay niños o animales (incluso sonámbulos) en la casa.

  1. Utiliza el atizador para extender las brasas y echa las cenizas encima de las que aún estén encendidas hasta que se apaguen.
  2. Lo que yo prefiero es echar bicarbonato por encima, formando una capa uniforme, hasta que notes que las brasas se apagan por completo. También puedes echar arena o sal sobre las brasas aún calientes.
  3. Otro método es echar agua, pero ojo, ni se te ocurra echar un cazo o un cubo. Rellena un pulverizador de agua y después de haber realizado el paso 1, cerciorarte de que no existan brasas encendidas. Puedes empezar a pulverizar hasta notar que se apagan por completo.

Ni se te ocurra:

  • Abanicar las llamas. Las puedes avivar y descontrolar el fuego.
  • Apagar el fuego poniendo algo encima. Puede empezar a arder y además intoxicarte.
  • Hacerte el héroe. Si ves que el fuego se te ha ido de madre: llama a los bomberos.

Consejos:

  • Si puedes, planifica cuando quieres que se apague el fuego para no ir alimentando la llama. Esparcir un poco la leña y dejar que se vaya apagando sola.
  • Elimina la ceniza cuando ya esté fría y déjala limpia para la próxima encendida.

Cómo limpiar una chimenea de leña

Deberías limpiar de manera profunda una vez al año, después de la temporada de uso. Además, convendría un mantenimiento semanal durante el invierno.

La combustión de la madera produce creosota. Esta sustancia es tóxica, se adhiere a las paredes y puertas de la chimenea e impide el pleno rendimiento de la chimenea. Así que es muy importante que no se acumule, tanto para que la chimenea funcione a pleno rendimiento como por una cuestión de salud.

Existen dos métodos para hacer la limpieza de tu chimenea, uno cuesta tiempo y trabajo, el otro cuesta menos tiempo y dinero. Tú eliges.

Limpieza manual de chimenea

Ya habrás adivinado que esta es la del tiempo y el trabajo.

Lo primero es retirar todos los restos de ceniza que haya en el hogar con un cepillo, puedes rematar la faena con un pequeño aspirador si tienes.

Debido a la toxicidad de la creosota, es conveniente que utilices gafas protectoras, mascarilla y guantes. Con una linterna, echa un ojo a las zonas que tienen más hollín acumulado para saber dónde tienes que limpiar con más intensidad.

Si quieres que además sea más seguro y, sobre todo, que el hollín no se esparza por la sala, es conveniente que tapes la entrada del hogar con dos plásticos. Uno para la parte superior y otro para la inferior, la abertura que queda a la mitad te servirá para meter la mano y armado con un cepillo deshollinador, trabajar en la limpieza de la chimenea.

Irá cayendo todo el hollín en la base del hogar. Cuando ya lo hayas dejado fetén, quitas los plásticos y recoges los restos con un cepillo, pero con cuidado o mejor, si tienes, con una aspiradora. Limpia también el tiro y la puerta si la tiene. Lo dejas todo bien cerradito y ya la tienes preparada para la siguiente temporada.

Limpieza química de chimenea

Si lo que te he explicado antes te parece engorroso y pesado, tienes la opción de utilizar bolsitas o un leño deshollinador que se venden ya preparado para estos menesteres.

Para la limpieza semanal te puede valer con una bolsa deshollinadora a la semana. Y para la limpieza en profundidad con un leño deshollinador al acabar la temporada. Si utilizas mucho la chimenea puede que tengas que aumentar la frecuencia.

Para utilizar este método tienes que tener la chimenea encendida al menos unos 20 minutos porque debe estar caliente. Después tan simple como poner la bolsa sin abrir o el leño, dentro de la chimenea y dejar que ardan en el infierno. Cuando ya se haya apagado y esté la chimenea fría, recoges las cenizas y listo.